A pesar del pésimo arbitraje de Fernando Rapallini y su clara predisposición para perjudicar a uno de los dos, el once de Insúa pudo rescatar un punto en el clásico frente a Racing. ¿Por Qué pésimo arbitraje? Es simple de explicar. En la primera etapa, hubo un claro penal para el local tras una mano de Piovi, en al cual tras la protesta de los jugadores azulgranas y siendo obligado a chequearlo en el VAR por el llamado de Paleta, tuvo que cobrar la pena máxima. Luego señaló un penal a favor de Racing en el cual tuvo que revertir su fallo por un nuevo llamado del VAR, quien esperaba que revea su decisión.
San Lorenzo se puso en ventaja a los 11 minutos por medio de Girotti, a través del penal comentado anteriormente. El dominio era de Racing, pero luego de la expulsión de Rafa Pérez por ir a destiempo hacia un rival se acrecentó ese monopolio de la pelota. Hasta que en el minuto 54 Sigalli desde veinticinco metros se acordó de lo que era el arco contrario y estampó el empate que hasta el momento era justo.
El segundo tiempo fue todo de Racing que, de no ser por Batalla, se hubiera llevado los tres puntos. A pesar de esto, hubiera Sido injusto que el visitante se llevara el triunfo ya que un equipo no es superior a otro por tener la pelota en su haber más tiempo sino por utilizarla mejor.
Un primer tiempo en el que San Lorenzo de Almagro convirtió la única que tuvo a su favor. Fue cuando a los veinticuatro minutos contragolpeó vía Maroni (pisó a Vera y el juego siguió), Braida y el toque del primero hacia Bareiro quien rodeado de cuatro rivales en base a amagues abrió el marcador.
Si bien toda la primera etapa mostró a Unión como el dueño de la pelota, el tatengue tuvo una sola clara a través del juvenil Domina que en gran maniobra personal entró al área y remató salvando Hernández en dos oportunidades.
Raro primer tiempo en el que San Lorenzo fue efectivo y Unión de la mano de Luna Diale, Zenón y Domina careció de precisión en la última jugada chocando contra Rafa Perez, Campi y Hernández.
A minutos de comenzar la segunda etapa ingresó Leguizamón por Maroni. San Lorenzo apostaba definitivamente al contragolpe. Y por defender tan atrás a los veintidós minutos llegó el empate local a través de un remate cruzado y certero de Morales. Luego llegaron las expulsiones de la Roca Sánchez y Bareiro (ambos por doble amarilla) y por ende, la necesidad de los de Insúa que terminara el encuentro. Los ingresos de Ramírez por Girotti y Luján por Giay no modificaron el trámite del encuentro.
En síntesis, si bien fue valioso el punto logrado en Santa Fe, nos quedó la preocupación por tanta imprecisión del elenco Azulgrana en los pases, el entender que cuando esperás tan atrás gran parte de un partido tarde o temprano sufrís las consecuencias. Y por último el irregular arbitraje de Baliño.
Con un golazo de Bareiro San Lorenzo se adjudicó el primer chico.
Todo era un signo de pregunta. Un descansado San Lorenzo enfrentaba al equipo brasilero quien, por muy poco margen, quedó afuera de la Copa libertadores. El primer tiempo fue chato. Solo una oportunidad clara de gol que perdió el perrito Barrios y un tiro libre ejecutado por W Ratto qué Batalla desvió al córner. Sao Pablo tuvo el balón pero el que más insinuó en el área contraria fue San Lorenzo.
La segunda etapa comenzó con un ida y vuelta infernal. San Lorenzo contragolpeaba y Sao Pablo trataba de lastimar por las puntas. Gran trabajo defensivo de los de Insúa, de igual manera que Maroni, Barrios y Bareiro.
En esas idas y vueltas Giay envió un centro que Maroni bajó de cabeza (al mejor estilo Mauro Matos) para que Bareiro convirtiera. San Lorenzo estaba más vivo que nunca porque tenía una solidez defensiva y un rápido contragolpe.
Contamos en la segunda etapa con un cabezazo de Calleri que Batalla desvió al córner (emulando a Torrico en su mejor momento). No hubo más por parte del Sao Pablo. San Lorenzo tenía el control absoluto con o sin la pelota y, además, muchos puntos altos que ilusionan para lo que está por venir la semana próxima en Brasil.