Dos estilos de juego totalmente diferentes. Dos planteles con una materia prima muy disímil. Sin embargo, el de la riqueza técnica sucumbió ante un planteo muy inteligente. De Michellis tuvo más de un año para estudiar a este San Lorenzo. El mismo que sale a jugar frente a Arsenal como a River de la misma manera. San Lorenzo es así. No cambia. Y ese estilo de jugo lo llevó a alejarse de lo bajo de la tabla de promedios a pelear por los primeros puestos.
El visitante tuvo la pelota el 80% del encuentro. Sin embargo, el control de los casi 100' de juego lo tuvo el local quien, con menos posesión, hizo los méritos suficientes como para llevarse los tres puntos.
Sin Rafa Pérez, sin Gattoni, sin Vombergar, y con Carlos Sánchez pidiendo la camilla a los diez minutos del primer tiempo ,y además con un jugador menos por la expulsión de Barrios a veinte minutos del final , San Lorenzo podría haberse llevado la victoria .
River no está acostumbrado a este tipo de planteos. Es más, quiere que lo ataquen para que en el "palo a palo" sacar diferencia. Por ese motivo se quejan de la paliza táctica que les propinó Rubén Darío Insúa.
Una sola intervención de Batalla a pocos minutos del final fue lo único que creó River en todo el partido. Mientras que San Lorenzo lo tuvo con Braida, con Bareiro y con Leguizamón. Quizás la falta de puntería y el renacimiento de Armani le hayan privado a San Lorenzo de ganar el partido. Pero lo que sí está claro es que el equipo juega como lo haría cada uno de nosotros