San Lorenzo midió fuerzas con Racing en un reducto que históricamente no le es favorable a pesar del último triunfo con goles de Vombergar y Méndez.
Ni bien comenzó el encuentro, a los tres minutos de juego, el árbitro Mastrangelo y también el VAR obviaron un clarísimo penal en el área local cuando Sigali tomaba de los hombros y arrastraba a Adam Bareiro. Bueno, esto no es nada nuevo. Fueron diez minutos en los que la visita tenía el control del juego sin lastimar. Hasta que el local, con asociaciones y un conocido esquema aceitado comenzó a preocupar al arco de Batalla. Fue así, como a los veintiún minutos Giay pierde la marca de Hauche quien con remate cruzado abría el marcador. El mismo Hauche que minutos más tarde era expulsado por Mastrangelo debido a una jugada peligrosa que sufrió el juvenil Hernández. Automáticamente, Insúa decidía colocar en campo a Maroni en lugar de Luján. Solo restaban cuatro minutos para finalizar la primera etapa.
En el segundo periodo Racing cometió un serio error refugiándose en demasía. San Lorenzo lo fue aprovechando de apoco y con el ingreso de Martegani, quien se asoció con Maroni y Barrios pudo llegar al empate a pesar de la expulsión de Rafa Perez por doble amarilla. Corría el minuto treinta y siete cuando Bareiro en fantasmal aparición usufructuaba un centro de Martegani. Era el empate que buscó el visitante durante casi todo el segundo tiempo. Lo podría haber ganado a través de un nuevo centro de Martegani y el cabezazo de Carlos Sánchez que beso el poste izquierdo de Arias. Pero no hubiera sido justo ya que ambos con sus errores y virtudes construyeron un justo empate.
No quiero dejar de lado un claro penal cometido por Hernández a Paolo Guerrero cuando moría el partido. Pero esto es así, la ley de las compensaciones es tan antiguas como el viento.