Me encantaría comenzar escribiendo sobre tácticas. Pero no, nuevamente debo hacer hincapié en la desastrosa actuación de un arbitro y un VAR inexistente.
Los invito a repasar las imágenes del partido que San Lorenzo de Almagro igualó en Córdoba, y de esa manera, sean testigos de la cara de enajenado con la que dirigió Rapallini. No cobró falta en un manotazo de Garro a Jalil Elías hecho ocurrido a los treinta minutos del primer tiempo (fue trasladado de urgencia al Hospital con el tabique roto y traumatismo de cráneo). Sancionó un “penal” de los que no se cobran ya que es un choque en el juego (solamente se sancionaría en Núñez o en la Boca a favor del local), y además las dudosas todas para Talleres.
Si bien el empate fue un resultado justo, el visitante contó con las chances más claras. Remate de Barrios en el poste, dos entradas de Vombergar (entre ellas un mano a mano que Herrera desvió al córner) y un cabezazo de Gattoni que pasó besando el travesaño.
En los últimos quince minutos Talleres aprovechó el cansancio de los de Insúa y comenzó a preocupar con centros a la olla. En uno de ellos a Rapallini se le ocurrió cobrar penal. Y mientras las autoridades del VAR comían una picada, Batalla rechazaba el penal ejecutado por Michel Santos. San Lorenzo mantenía el cero en su arco.
Para concluir, mi duda radica en que si el tema arbitral es noticia porque no permiten que nadie moleste a River en su carrera hacia el título, o bien, es la nula representatividad que tiene San Lorenzo de Almagro en AFA, lo que posibilita que fecha tras fecha estemos penando por lo mismo.
El jueves Fortaleza de Brasil y el fin de semana Pratense. Seguramente será hora de recambios porque de otra manera San Lorenzo corre serio riesgo de quedarse sin el pan y sin la torta.