Luego de la insólita igualdad de River en Tucumán. San Lorenzo tenia la posibilidad de quedar a cuatro puntos del puntero si vencía a Vélez en Liniers.
El Ciclón fue superior en todo el encuentro con la pelota y sin ella. Gran trabajo de Braida y Barrios por izquierda. Equilibrio con Elías y Carlos Sánchez en el medio, y una defensa que sigue firme, la que solo recibió cinco tantos en los catorce partidos del torneo.
Las situaciones de gol eran creadas por San Lorenzo. Dos veces Vombergar demostró que tiene la pólvora mojada. Pero a los treinta y ocho minutos Bareiro abrió el marcador y su gol fué anulado por una supuesta falta al chico Brizuela. La que absolutamente nadie vio. Como si, todos vieron el penal que sufrió Braida, el cual Mastrangelo cobró fuera del área cuando su marcador terminó de tirarlo dentro de la misma.
A tres minutos del final los de Insúa estuvieron a punto de llevarse los tres puntos cuando tras centro de Barrios, Hernández, casi debajo del arco le sirvió el balón al arquero local.
De todas formas, la sensación que me queda es que hoy a San Lorenzo no le permitieron ganar el partido. En la fecha pasada frente a Platense se jugó el dia que quiso el club de Vicente Lopez.
Entonces, que quiero decir con esto. Cuando hay una mesa a la que le falta una pata, no es suficiente con que cuente con las tres restantes (cuerpo técnico, jugadores e hinchada). Ya que si estuviera presente esa cuarta pata quizás seria San Lorenzo el que llevaría algunos puntos sobre el segundo (River)